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Cocinar en exceso los alimentos aumenta el estrés oxidativo y la hipertensión arterial.

Updated: Jan 19, 2021


Desde que se encendió la alerta acerca de los serios problemas de salud que puede tener la carne cocinada en extremo, se han hecho múltiples estudios recientes acerca del tema y es importante conocerlos, porque nos afectan directamente.  Hay dos temas que son el centro de los estudios:  Se ha encontrado en la carne cruda puede alojar bacterias, e incluso, microbios que producen infecciones, como  el Acinetobacter,  E. coli y la Salmonella. Por lo anterior, se practicaron otros estudios acerca de cuánto afecta a la salud la forma de cocinar la carne para evitar ser contaminado. Cocinar alimentos a temperaturas muy elevadas, en vez de ayudar, puede aumentar el estrés oxidativo, la inflamación, la resistencia a la insulina, y la hipertensión arterial.   Como parte de los resultados de este último estudio, por una mala cocción del alimento, se demostró que existe un alto riesgo para la salud.  Cocinar alimentos a temperaturas muy elevadas, en vez de ayudar, puede aumentar el estrés oxidativo, la inflamación, la resistencia a la insulina, y la hipertensión arterial.  En particular,  Gang Liu, investigador posdoctoral en el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, concluyó: “Los productos químicos producidos al cocinar carnes a altas temperaturas inducen estrés oxidativo, inflamación y resistencia a la insulina (...), y  también pueden conducir a un riesgo elevado de desarrollar hipertensión”.  El estrés oxidativo, la inflamación y la resistencia a la insulina afectan al revestimiento interno de los vasos sanguíneos y están asociados con el desarrollo de aterosclerosis, el proceso de la enfermedad que subyace a la enfermedad cardiaca y hace que las arterias se estrechen.  Es curioso el anterior descubrimiento, porque arroja una razón más para el consumo diario del antioxidante glutatión,  que es la protección más grande que podemos proveerle al organismo para defenderse del estrés oxidativo y de los daños que vienen como consecuencia.  Tengámoslo en cuenta: las investigaciones concluyen:  No se deben cocinar demasiado los alimentos. Evitar el uso de métodos de cocción a fuego abierto y/o de alta temperatura, como asar a la parrilla, ya que aumenta un 17% el riesgo de hipertensión.  Se proponen como mejores opciones los guisos y  la cocción al vapor, a una temperatura mínima de 71ºC.
La bacteria puede ser cocinada y estar muerta, pero las toxinas quedan

Desde que se encendió la alerta acerca de los serios problemas de salud que puede tener la carne cocinada en extremo, se han hecho múltiples estudios recientes acerca del tema y es importante conocerlos, porque nos afectan directamente.

Hay dos temas que son el centro de los estudios:


  1. Se ha encontrado en la carne cruda puede alojar bacterias, e incluso, microbios que producen infecciones, como el Acinetobacter, E. coli y la Salmonella.

  2. Por lo anterior, se practicaron otros estudios acerca de cuánto afecta a la salud la forma de cocinar la carne para evitar ser contaminado.

Cocinar alimentos a temperaturas muy elevadas, en vez de ayudar, puede aumentar el estrés oxidativo, la inflamación, la resistencia a la insulina, y la hipertensión arterial.


Como parte de los resultados de este último estudio, por una mala cocción del alimento, se demostró que existe un alto riesgo para la salud. Cocinar alimentos a temperaturas muy elevadas, en vez de ayudar, puede aumentar el estrés oxidativo, la inflamación, la resistencia a la insulina, y la hipertensión arterial.


En particular, Gang Liu, investigador posdoctoral en el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, concluyó: “Los productos químicos producidos al cocinar carnes a altas temperaturas inducen estrés oxidativo, inflamación y resistencia a la insulina (...), y también pueden conducir a un riesgo elevado de desarrollar hipertensión”.

El estrés oxidativo, la inflamación y la resistencia a la insulina afectan al revestimiento interno de los vasos sanguíneos y están asociados con el desarrollo de aterosclerosis, el proceso de la enfermedad que subyace a la enfermedad cardiaca y hace que las arterias se estrechen.


Es curioso el anterior descubrimiento, porque arroja una razón más para el consumo diario del antioxidante glutatión, que es la protección más grande que podemos proveerle al organismo para defenderse del estrés oxidativo y de los daños que vienen como consecuencia.


Tengámoslo en cuenta: las investigaciones concluyen:


  • No se deben cocinar demasiado los alimentos.

  • Evitar el uso de métodos de cocción a fuego abierto y/o de alta temperatura, como asar a la parrilla, ya que aumenta un 17% el riesgo de hipertensión.

  • Se proponen como mejores opciones los guisos y  la cocción al vapor, a una temperatura mínima de 71ºC.



Referencias:


https://www.cabdirect.org/cabdirect/abstract/19752703196


https://orbit.dtu.dk/files/119494882/art21331.pdf


https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20190711/ultimo-peligro-comer-carne-nueva-alerta-bacteriana/412209023_0.html


https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4604471/

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