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El líder en la Medicina Funcional de hoy, el Dr. Mark Hyman, recomienda la suplementación con zinc.

Updated: Jan 19, 2021


El autor de best sellers con respecto a la Medicina Funcional, médico familiar y una de las voces más autorizadas hoy en día en el campo de la Medicina en toda su amplitud, el Dr. Markyman, es un apasionado de la meditación, de la alimentación saludable, de la promoción del sueño como pilar de la salud...y mil aspectos que lo convierten en un punto de referencia cada vez que necesitamos un consejo sobre algún tema de la salud.  Ayer publicó en sus redes las mejores herramientas para impulsar y darle fuerza al sistema inmune. Expresó que estamos inundados de información. Es por eso que los que seguimos de cerca la verdad detrás de cada suceso y cada noticia, cada día filtramos más y nos quedamos con información comprobada por mil fuentes y personas que se dediquen a aportar herramientas para el bienestar, y no a alarmar para ganar seguidores.  Yendo al tema del zinc, anteriormente ya hemos sabido de fuentes absolutamente responsables y confiables como la Organización Mundial de la Salud, que la deficiencia de este oligoelemento, el zinc, puede provocar desbalances importantes en el sistema inmune y en la salud infantil en general.   Hoy quiero dedicarle este artículo al cuidado de los niños, y es por eso que rescato también un comunicado de la organización llamado Administración de suplementos de zinc para mejorar los resultados terapéuticos en niños diagnosticados de infección respiratoria aseguran lo siguiente:   "El zinc es un oligoelemento necesario para el mantenimiento de las células intestinales, el crecimiento óseo y la función inmunitaria. Los niños que viven en entornos de ingresos bajos suelen presentar desnutrición y carencia de zinc. Según se ha comprobado, una carencia grave de zinc puede producir retraso del crecimiento, alteraciones inmunitarias, afecciones cutáneas, problemas de aprendizaje y anorexia.   La carencia puede derivar de una ingesta insuficiente de alimentos con zinc o de su absorción deficiente. La mayor parte de los alimentos ricos en zinc son de origen animal, como la carne, el pescado y los productos lácteos. En poblaciones con ingresos bajos, el acceso a estos alimentos puede ser más difícil. La fibra alimentaria y unas sustancias denominadas fitatos, que suelen encontrarse en los cereales, los frutos secos y las legumbres, se unen al zinc y reducen su absorción. La diarrea frecuente, que suele acompañar a la desnutrición crónica, puede contribuir al agotamiento de las reservas orgánicas de zinc.  Los niños con carencia de zinc presentan un mayor riesgo de retraso del crecimiento, enfermedades diarreicas e infecciones del aparato respiratorio (por ejemplo, infecciones agudas de las vías inferiores). Los trastornos diarreicos y las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, en especial la neumonía, son las dos causas principales de mortalidad en lactantes y niños de los países de ingresos bajos. Se considera que la causa subyacente de aproximadamente la mitad de estas infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores con resultado de muerte es la desnutrición.   Solo la neumonía mata cada año a más de dos millones de niños, más que el sida, el paludismo y el sarampión conjuntamente. En algunos estudios se ha observado que, posiblemente, el aporte de suplementos de zinc reduce el número de episodios y la gravedad de la bronquiolitis y la neumonía en niños. La administración de suplementos de zinc junto con una solución de rehidratación oral constituye la base de la recomendación de la OMS y el UNICEF para el tratamiento de niños con diarrea.  Se cree que el zinc contribuye a reducir la susceptibilidad a las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores mediante la regulación de diversas funciones inmunitarias, como la protección de la salud y la integridad de las células respiratorias en caso de inflamación o lesión pulmonar.  Los estudios de la administración de suplementos de zinc para el tratamiento o un mejor control de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores como la neumonía han obtenido resultados diversos. Por ejemplo, según una reciente revisión y metanálisis de los estudios realizados, ha sido en Asia meridional donde se han demostrado con mayor claridad los efectos beneficiosos de los suplementos de zinc en niños (se les administraban 70 miligramos de zinc por semana como mínimo). Sin embargo, en esta revisión no se pudo determinar si el aporte de suplementos de zinc sería menos eficaz si se utilizaran dosis más bajas o si el efecto de este aporte sobre la incidencia de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores sería menor en otras regiones geográficas. Además, resulta complicado determinar la carencia de zinc en entornos con recursos limitados, por lo que puede ser difícil definir con precisión las poblaciones de mayor riesgo. En otra revisión sistemática se observó una relación significativa entre el aporte de suplementos de zinc y la reducción de la incidencia de neumonía, y se recomendó la suplementación en poblaciones con carencia de zinc.  También se han evaluado distintas dosis de suplementación, de 15 a 140 mg por semana, siendo las dosis más altas mayores que la ingesta diaria recomendada para niños (2 mg al día en niños menores de un año y hasta 7 mg al día en niños de 1 a 3 años)   Varios autores han confirmado que mediante el aporte sistemático de suplementos de zinc durante más de tres meses se consigue reducir la duración de las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores en niños de países en desarrollo.   También deben investigarse otras opciones, como la reducción del consumo de alimentos que inhiben la absorción, la diversificación alimentaria y el enriquecimiento de alimentos. Varios autores han confirmado que mediante el aporte sistemático de suplementos de zinc durante más de tres meses se consigue reducir la duración de las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores en niños de países en desarrollo.   Estos efectos observados podrían traducirse en una disminución sustancial de la morbimortalidad infantil, dado el número de niños que mueren cada año a causa de estas infecciones. No obstante, es importante comprender mejor el modo en que la administración de zinc conjuntamente con los antibióticos en el tratamiento de niños con infecciones agudas y graves de las vías respiratorias inferiores puede reducir la mortalidad infantil por neumonía."  Mi protección y la de todos está en juego, y esta comunicación de ayer del Dr. Mark Hyman, junto con la de la OMS me hace sentir obligada a transmitirles la necesidad del consumo de zinc a diario. Si lo incorporan también a la alimentación, estupendo, existe una serie de alimentos que lo proveen, como ostras, carnes rojas, semillas de calabaza y muchos otros alimentos para que complementemos las necesidades diarias de este oligoelemento esencial para este, y para todos los momentos de nuestra vida y la de nuestros hijos.    Feliz y saludable semana.
Ya no es casualidad, las fuentes más confiables recomiendan el consumo de zinc a diario.


El autor de best sellers con respecto a la Medicina Funcional, médico familiar y una de las voces más autorizadas hoy en día en el campo de la Medicina en toda su amplitud, el Dr. Markyman, es un apasionado de la meditación, de la alimentación saludable, de la promoción del sueño como pilar de la salud...y mil aspectos que lo convierten en un punto de referencia cada vez que necesitamos un consejo sobre algún tema de la salud.


Ayer publicó en sus redes las mejores herramientas para impulsar y darle fuerza al sistema inmune. Expresó que estamos inundados de información. Es por eso que los que seguimos de cerca la verdad detrás de cada suceso y cada noticia, cada día filtramos más y nos quedamos con información comprobada por mil fuentes y personas que se dediquen a aportar herramientas para el bienestar, y no a alarmar para ganar seguidores.


Yendo al tema del zinc, anteriormente ya hemos sabido de fuentes absolutamente responsables y confiables como la Organización Mundial de la Salud, que la deficiencia de este oligoelemento, el zinc, puede provocar desbalances importantes en el sistema inmune y en la salud infantil en general.


Hoy quiero dedicarle este artículo al cuidado de los niños, y es por eso que rescato también un comunicado de la organización llamado Administración de suplementos de zinc para mejorar los resultados terapéuticos en niños diagnosticados de infección respiratoria

aseguran lo siguiente:


"El zinc es un oligoelemento necesario para el mantenimiento de las células intestinales, el crecimiento óseo y la función inmunitaria. Los niños que viven en entornos de ingresos bajos suelen presentar desnutrición y carencia de zinc. Según se ha comprobado, una carencia grave de zinc puede producir retraso del crecimiento, alteraciones inmunitarias, afecciones cutáneas, problemas de aprendizaje y anorexia.


La carencia puede derivar de una ingesta insuficiente de alimentos con zinc o de su absorción deficiente. La mayor parte de los alimentos ricos en zinc son de origen animal, como la carne, el pescado y los productos lácteos. En poblaciones con ingresos bajos, el acceso a estos alimentos puede ser más difícil. La fibra alimentaria y unas sustancias denominadas fitatos, que suelen encontrarse en los cereales, los frutos secos y las legumbres, se unen al zinc y reducen su absorción. La diarrea frecuente, que suele acompañar a la desnutrición crónica, puede contribuir al agotamiento de las reservas orgánicas de zinc.


Los niños con carencia de zinc presentan un mayor riesgo de retraso del crecimiento, enfermedades diarreicas e infecciones del aparato respiratorio (por ejemplo, infecciones agudas de las vías inferiores). Los trastornos diarreicos y las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, en especial la neumonía, son las dos causas principales de mortalidad en lactantes y niños de los países de ingresos bajos. Se considera que la causa subyacente de aproximadamente la mitad de estas infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores con resultado de muerte es la desnutrición.


Solo la neumonía mata cada año a más de dos millones de niños, más que el sida, el paludismo y el sarampión conjuntamente. En algunos estudios se ha observado que, posiblemente, el aporte de suplementos de zinc reduce el número de episodios y la gravedad de la bronquiolitis y la neumonía en niños. La administración de suplementos de zinc junto con una solución de rehidratación oral constituye la base de la recomendación de la OMS y el UNICEF para el tratamiento de niños con diarrea.


Se cree que el zinc contribuye a reducir la susceptibilidad a las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores mediante la regulación de diversas funciones inmunitarias, como la protección de la salud y la integridad de las células respiratorias en caso de inflamación o lesión pulmonar.

Los estudios de la administración de suplementos de zinc para el tratamiento o un mejor control de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores como la neumonía han obtenido resultados diversos. Por ejemplo, según una reciente revisión y metanálisis de los estudios realizados, ha sido en Asia meridional donde se han demostrado con mayor claridad los efectos beneficiosos de los suplementos de zinc en niños (se les administraban 70 miligramos de zinc por semana como mínimo). Sin embargo, en esta revisión no se pudo determinar si el aporte de suplementos de zinc sería menos eficaz si se utilizaran dosis más bajas o si el efecto de este aporte sobre la incidencia de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores sería menor en otras regiones geográficas. Además, resulta complicado determinar la carencia de zinc en entornos con recursos limitados, por lo que puede ser difícil definir con precisión las poblaciones de mayor riesgo. En otra revisión sistemática se observó una relación significativa entre el aporte de suplementos de zinc y la reducción de la incidencia de neumonía, y se recomendó la suplementación en poblaciones con carencia de zinc.


También se han evaluado distintas dosis de suplementación, de 15 a 140 mg por semana, siendo las dosis más altas mayores que la ingesta diaria recomendada para niños (2 mg al día en niños menores de un año y hasta 7 mg al día en niños de 1 a 3 años)


Varios autores han confirmado que mediante el aporte sistemático de suplementos de zinc durante más de tres meses se consigue reducir la duración de las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores en niños de países en desarrollo.

También deben investigarse otras opciones, como la reducción del consumo de alimentos que inhiben la absorción, la diversificación alimentaria y el enriquecimiento de alimentos.

Varios autores han confirmado que mediante el aporte sistemático de suplementos de zinc durante más de tres meses se consigue reducir la duración de las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores en niños de países en desarrollo.


Estos efectos observados podrían traducirse en una disminución sustancial de la morbimortalidad infantil, dado el número de niños que mueren cada año a causa de estas infecciones. No obstante, es importante comprender mejor el modo en que la administración de zinc conjuntamente con los antibióticos en el tratamiento de niños con infecciones agudas y graves de las vías respiratorias inferiores puede reducir la mortalidad infantil por neumonía."


Mi protección y la de todos está en juego, y esta comunicación de ayer del Dr. Mark Hyman, junto con la de la OMS me hace sentir obligada a transmitirles la necesidad del consumo de zinc a diario. Si lo incorporan también a la alimentación, estupendo, existe una serie de alimentos que lo proveen, como ostras, carnes rojas, semillas de calabaza y muchos otros alimentos para que complementemos las necesidades diarias de este oligoelemento esencial para este, y para todos los momentos de nuestra vida y la de nuestros hijos.



Feliz y saludable semana.


Referencias:


Gibson RS, Ferguson EL. Assessment of dietary zinc in a population. American Journal of Clinical Nutrition, 1998, 68:430S–434S.


https://drhyman.com/


https://www.who.int/


Bhutta ZA et al. Prevention of diarrhea and pneumonia by zinc supplementation in children in developing countries: pooled analysis of randomized controlled trials. Zinc Investigators' Collaborative Group. Journal of Pediatrics, 1999, 135(6):689–697.


Black RE. Zinc deficiency, infectious disease and mortality in the developing world. Journal of Nutrition, 2003, 133:1485S–1489S.


Brown KH et al. International Zinc Nutrition Consultative Group (IZiNCG) Technical Document no. 1. Assessment of the risk of zinc deficiency in populations and options for its control. Food and Nutrition Bulletin, 2004, 25:S94–S203.


Ruel MT et al. Impact of zinc supplementation on morbidity from diarrhea and respiratory infections among rural Guatemalan children. Pediatrics, 1997, 99(6):808–813.


Black RE. Therapeutic and preventive effects of zinc on serious childhood infectious diseases in developing countries. American Journal of Clinical Nutrition,1998, 68:476S–479S.

7 Castillo-Duran C, Vial P, Uauy R. Trace mineral balance during acute diarrhoea in infants. Journal of Pediatrics, 1988, 113:452–457.


Naveh Y, Lightman A, Zinder O. Effect of diarrhea on serum zinc concentrations in infants and children. Journal of Pediatrics, 1982, 101:730–733.


ggarwal R, Sentz J, Miller MA. Role of zinc administration in prevention of childhood diarrhea and respiratory illnesses: a meta-analysis. Pediatrics, 2007, 119(6):1120–1130.

10 Shakur MS et al. Serum and hair zinc in severely malnourished Bangladeshi children associated with or without acute lower respiratory infection. Indian Journal of Pediatrics, 2009, 76(6):609–614.


Roth DE et al. Acute lower respiratory infections in childhood: opportunities for reducing the global health burden through nutritional interventions. Boletín de la Organización Mundial de la Salud, 2008, 86:356–364.


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Wardlaw TM et al. Pneumonia: the forgotten killer of children. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2006.


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