Updated: Jan 15, 2021

No solo innumerables estudios, sino también casos reales, han comprobado que hay que mantener de forma óptima los niveles de Glutathione en el cuerpo en el caso de enfermedades pulmonares, enfisema pulmonar, cáncer de pulmón, bronquitis, inflamaciones respiratorias...etc.
En varios de esos estudios se ha visto la reducción e inhibición de crecimiento de tumores e inflamaciones asociadas a esas enfermedades, sin los efectos secundarios que traen tratamientos tradicionales.
Vamos a hablar por ejemplo, del cáncer de plumón. Cuando ocurre este tipo de cáncer, sobreviene la transformación del epitelio, que ha sido sometido por años al dañino humo del tabaco, este humo, aparte de contener ingentes cantidades de radicales libres dañinos, contiene precarcinógenos.
Los compuestos carcinógenos generan tumoración cuando fallan los mecanismos antioxidantes. En este marco, es donde se ha comprobado que el glutatión (GSH) es protagonista de la desintoxicación de xenobióticos y los precursores de glutatión, son agentes quimiopreventivos del cáncer.
Por todo lo anterior, se hace imprescindible que el glutatión forme parte inmediata de la terapia que requieren la personas que padecen cáncer de pulmón, y a la recuperación de sus capacidades de eliminación de los radicales libres.
Otro aspecto que se ha estudiado, y del cual se han obtenido descubrimientos, es que el nivel de glutatión tanto en células saludables como en cancerosas, determina su susceptibilidad a la quimioterapia y a la radioterapia. Un nivel alto de glutatión en las células las mantiene protegidas contra estos tratamientos, mientras que un nivel bajo las hace vulnerables. Lo cual hace concluir que el escenario ideal es que los niveles de glutatión se mantengan óptimos en las células saludables y bajos en las cancerosas. Lamentablemente, en muchos casos, las células cancerosas mantienen altos sus niveles de glutatión.
El índice de mortalidad por cáncer aumenta con la edad. Un gran número de tipos de cáncer conocidos se consideran enfermedades que van a la par del envejecimiento. Un ejemplo: el cáncer de próstata.
Asimismo, y es importante este dato, se ha comprobado que el efecto protector del glutatión disminuye con la edad, lo que triplica la necesidad a partir de los 45 años de mantener los niveles óptimos de este antioxidante.
Como hemos tocado en varios puntos a lo largo de mi blog, el deterioro clásico que conlleva el envejecimiento hace a las personas mayores más susceptibles al cáncer, al daño oxidativo, y a una disminución en la respuesta inmune del organismo.
Asimismo, y es importante este dato, se ha comprobado que el efecto protector del glutatión disminuye con la edad, lo que triplica la necesidad a partir de los 45 años de mantener los niveles óptimos de este antioxidante.
Referencias:
SJ London, JM Yuan, FL Chung, YT Gao, GA Coetzee
M Deakin, J Elder, C Hendrickkse, D Peckham
J Seidegård, RW Pero, MM Markowitz, G Roush
Papel de los antioxidantes en la prevención del cáncer
L Llacuna, N Mach - Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 2012 – Elsevier
Estrés oxidativo en pacientes con cáncer: dos caras de una misma moneda
G Viñas, T Puig, R Porta - Medicina Clínica, 2012 - Elsevier